Este blog está escrito con sentimientos y vivencias reales, espero que os guste y no os olvidéis de decirme que os ha parecido. GRACIAS.

lunes, 9 de marzo de 2015

Cambios.

Hacía muchísimo tiempo que no entraba al blog para escribir algo pero quería esta noche reencontrarme con viejas sensaciones. Antes de ayer sábado mantuve una conversación con mi novia sobre cosas que no hablaba desde hacía mucho tiempo y que realmente me atormentan.
Sensaciones como el miedo a la burla, el miedo al cambio o el miedo al que dirán era el tema principal de la conversación. Últimamente estoy sufriendo muchos cambios tanto personales como físicos y la verdad que hay uno físico que ahora mismo me trae de cabeza y es que no se el motivo pero a la gente le está chocando mucho. No debería de importarme ni un segundo lo que pensaran los demás de dicho cambio pero la verdad es que a todo el mundo le importa lo que los demás piensen de uno. Siempre buscamos la aprobación del resto del planeta con nuestras acciones, si subimos una foto a instagram, queremos 100 me gustas o al menos, mas que mi mejor amigo, si nos cortamos el pelo lo hacemos porque esta de moda y lo flipan las chavalas con el corte ¿eh? ¿A que no voy tan desencaminado?

Me hace gracia pero es un tema que me tiene profundamente acojonado porque realmente me estoy sintiendo muy cohibido por el dichoso "que dirán" porque sé de buena mano que seré la comitiva de las burlas y mas. No se trata de egocentrismo, se trata de realidad, ojalá no fueran a crear estos cambios tanta controversia.
Pues bien he decidido esto a raíz de una frase que he leído y me ha encantado: "Que todo fluya y que nada influya" ¡Me viene ni que pintado macho! Ni aposta. Voy a tomar la suficiente fortaleza mental para salir un día a la calle y decir: Si, éste es mi cambio. Voy a armarme de valor voy a dejarme ser yo mismo con mis gustos y voy a llenarme de valentía y lo haré porque realmente tengo que dejarme a mi mismo avanzar hacia donde quiero, porque, aunque no lo sepamos nuestras acciones cotidianas que hacemos sin darnos cuenta nos están llevando a un lugar y es nuestro yo FINAL.

 Así que ¿por qué no disfrutar del camino hasta que nos terminemos de formar? Los cambios no son malos.

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