Lo llevamos dentro.

El ser humano es extraordinario, tremendo eslogan publicitario, mayor aún cuando la realidad supera la ficción de la caja tonta. Y es que, como ya he escrito, somos capaces de hacer todo los que nos proponemos. Últimamente no paro de ver historias de personas que sólo hablan del sufrimiento, de la superación, de un sin fin de historias para no dormir para conseguir sus mayores sueños, desde ser un perfecto escritor, hasta ser un jugador de fútbol que ni tu mismo querías ser. Y es que algunos, tristemente algunos pocos, sacan eso que llevamos dentro, ese espíritu de superación de afrontar los malos tramos de la vida ponerle "dos cojones" a las cosas y decir: "Préparate que aquí llego yo". La verdad que no me considero una de esas personas luchadoras, de esas que se dejan la piel en todo lo que hacen, que son felices con lo poco que tienen porque a ese poco le saben sacar su máximo partido y que a pesar de tener momentos en los que lo único que sienten son ganas de tirar la toalla siguen luchando. No soy de esas personas que se comprometen con esa clase de objetivos y metas finales por mucho que me cueste reconocerlo. La verdad que siempre he soñado con ser ese tipo de persona y creo que mas que el dinero o un buen coche mi sueño es ese, llegar a ser esa persona que tanto idealizo y deseo ser. Esa persona que se termine de comprometer con mis sueños, que ponga las ganas y se empecine en no parar hasta lograr todo lo que quiero. Lo llevamos dentro, ese gen luchador, solo necesitamos encontrarlo y espero hacerlo pronto porque la vida corre y no espera.