Oscuridad.

Se apaga la luz y llega la debilidad. La incertidumbre y la necesidad de sentirnos arropados y protegidos nos inunda y no hay nada que podamos hacer mas que mirar dentro de nosotros, en nuestra oscuridad, lo mas profundo de nuestros sentimientos. Desear que esa razón que crea todo eso en nosotros desaparezca tan fuerte como un portazo a la desolación y desesperanza. Sólo estás tú contigo mismo y te agobia saber eso porque no quieres acabar solo, que es cómo te has sentido la mayoría del tiempo desde que todo ocurrió. "Quizás todo hubiera sido diferente si..." Te dices a tí mismo intentando autoconvencerte de algo que sabes que no va a ocurrir porque tienes esperanza de que en otras circunstancias todo hubiera ocurrido como tu mente quiere pensar. Es entonces cuando decides romper a llorar para, esta vez con éxito, desquitarte de esas jodidas mierdas que te siguen atormentando después de tanto tiempo. ¿Cómo es posible que me siga afectando?- Te vuelves a preguntar inteligentemente ¿verdad? Ojalá lo supieses y es que te encuentras a veces tan perdido que olvidas hasta quién eres y qué es lo que quieres de ti mismo. Todo es tan complicado... Recuerdas cuántos desafíos te has planteado superar en la vida y sólo cuentas fracasos entre tus intentos por superarlos. Te encuentras tan perdido que ya ni siquiera crees poder conseguirlos. Todo esto se suma, que cojones digo, se multiplica porque no encuentras a quién soltarle toda esa asquerosidad pegajosa que se adhiere a ti como si de gotita fuera porque tienes miedo del que digan y opinen sobre lo que sientes sobre lo que tienes que decirle al mundo. Al final todos nacemos pensando en la grandiosidad de un mundo que nos ofrecerá todo lo que soñamos y con el paso del tiempo nos vamos quedando en la puta mediocridad porque somos incapaces de luchar y esforzarnos. Solo tratamos de lamentarnos y sentirnos desgraciados. Y si, somos unos desgraciados, no apreciamos nada. Mañana será otro día para continuar con todo eso, ¿verdad? Joder...